El fatídico 27 de julio del 202 no fueron suficientes las extenuantes horas de trabajo de los equipos de rescate de Bomberos para intentar salvar la vida del pequeño Josué Robles de 2 años, quien tras caer a un pozo de más de 80 metros de profundidad, falleció ahogado.
El pequeño Josué Robles salió junto a sus padres a jugar al parque, cuando de repente cayó a un pozo sin tapa que estaba oculto por el césped. La madre del menor asegura que hasta la fecha ni Sedapal ni la Municipalidad de Lima se han hecho responsables de la muerte del menor.
Sedapal en su última declaración habría indicado que la infraestructura donde cayó el menor no es parte de su administración.
Por su parte, el abogado de la familia robles asegura que las autoridades no le han dado celeridad al proceso de investigación.
La Fiscalía de Lima sigue recopilando declaraciones antes de comenzar con las investigaciones que determinen quién es el responsable de la muerte del pequeño Josué.