La entrega de víveres a las familias más vulnerables del país no se desarrolló de manera ordenada en diversos puntos de la capital, pues el caos reinó y muchos de los presentes no respetaron la distancia recomendada para evitar el contagio de coronavirus.
Tal es el caso de Ñaña, al este de Lima, donde una camioneta con alimentos de primera necesidad llegó, pero el público se aglomeró y comenzó a saquear sin que las personas a cargo pudieran detenerlos.
Panorama similar ocurrió en Independencia. Allí un vehículo del municipio apoyó en la repartición de pollos en la séptima cuadra de la avenida 17 de Noviembre. Sin embargo, los vecinos de la zona al percatarse de la presencia de esta unidad, salieron de sus viviendas para llevarse los pollos de manera desordenada.
La otra casa de la moneda ocurrió en Ate, donde la ayuda llegó en orden y gracias a la previa coordinación directa con los dirigentes de cada asentamiento humano.
“Hay un equipo de trabajo que se dedica exclusivamente al tema del empaquetado de las canastas, son 25.000 canastas. Cada una en un promedio de 80 soles con todas las medidas higiénicas y sanitarias. Hemos coordinado ya con los 5 comisarios del distrito y también con las Fuerzas Armadas asignadas a este sector y con nuestro personal de serenazgo”, indicó Edde Cuellar, alcalde distrital.