El asesinato del pastor evangélico Cayetano Pariona Vargas, al interior de un restaurante en el distrito de San Juan de Lurigancho, no respondería a un robo, sino a una venganza al ser dirigente del asentamiento humano El Pedregal, según detallaron allegados a la víctima.
“Ha estado moviendo documentos para hace la pista. Muchos le han tenido envidia (…). Ya tenía amenazas y de repente tenía más y por no preocuparnos no nos ha contado”, detalló un testigo del crimen.
Por su parte, agentes de la Depincri de San Juan de Lurigancho se encuentran a cargo de este caso, para determinar el móvil de este asesinato y dar con el paradero de los autores.