Acabada la final de la Copa Libertadores, los hinchas, tanto de River como del Flamengo emprendieron su camino a sus alojamientos, viviendas, y los fanáticos del ´mengao´a celebrar por supuesto, sin embargo, un apagón los sorprendió en plena calle.
A oscuras debieron continuar su recorrido para salir del distrito, y esto, sumado al caótico tráfico, hizo más complejo el retiro del Coloso de Ate. Sin duda, los más perjudicados fueron los negocios de la zona que creyeron incrementar sus ganancias esta noche, pero la oscuridad ahuyentó a los clientes.
Pese a ello, los hinchas del Flamengo continuaron celebrando ya que después de 38 años volvieron a tener la copa.
