La llegada y partida de turistas y familiares que se reencuentran o se despiden después de tiempo han convertido al aeropuerto internacional en un lugar de emotividad, pero también de algarabía, por ello es que el aeropuerto celebró fiestas al ritmo y compás de las danzas de la costa, sierra y selva.
Los familiares vivieron momentos de mucha emotividad, pero ello no los alejó de formar parte del sentimiento de peruanidad que se contagió en el Jorge Chávez gracias a típicos bailes como la marinera, la danza de las tijeras o los diablos del festejo.
Algunos extranjeros se sorprendieron con la diversidad de danzas, como una turista mexicana que llegó al Perú para conocer el Cuzco y no imaginó tremenda despedida. Gracias a estos coloridos bailes, los diferentes espacios del aeropuerto se llenaron de alegría y emoción, más aún para aquellos seres queridos que se reencuentran con su patria después de un largo tiempo.