Un transeúnte intentó humillar a un policía que le pedía identificarse, sin embargo, lejos de calmar los ánimos, el agente que registraba la discusión con su celular respondía a cada una de las agresiones verbales.
De acuerdo al general de la PNP, Máximo Ramírez, si un efectivo es tratado de manera irrespetuosa y hostil, entonces se lo reduce, enmarroca y se detiene al ciudadano que le faltó el respeto, porque “el artículo 205 del Código Procesal Penal lo permite”.
Además, el general indicó que esta persona cometió el “delito de resistencia a la autoridad en forma agravada” y debió pasar, por lo menos, 24 horas en prisión pero eso no ocurrió.
Desde el 2016, los policías están bajo la sombra de un acuerdo plenario dictado por la Corte Suprema, en el que las malas palabras, empujones o escupitajos a un agente no se consideran un delito sino una falta de respeto, por ello las agresiones contra la autoridad lamentablemente continúan.