El parque automotor que circula por las calles de la capital se ha convertido en un riesgo tanto para transeúntes y pasajeros.
Sin faros, con placas dobladas, lunas rotas y hasta con números ilegibles, muchos de estos vehículos de transporte público siguen circulando por concurridas arterias de la capital.
Una de ellas es la avenida Carlos Izaguirre, en Los Olivos, donde las combis se han convertido en en un verdadero terror para los vecinos de la zona. En muchos casos cuentan con innumerables papeletas, pero a esto se suma la falta de algunos conductores a las normas de tránsito.
Sin embargo, la responsabilidad no solo recae en estos trabajadores, sino también en los usuarios de transporte público, quienes en pocas ocasiones se fijan en las condiciones del vehículo al momento de abordarlo. Pero ello no queda ahí, pues la falta de agentes de tránsito en esta parte de Lima aumentan el riesgo.