La informalidad es un tema que viene evidenciándose en diversos puntos de la capital, pero especialmente con los conductores de buses de transporte interprovincial, quienes se han apoderado de un carril ubicado a la altura del kilómetro 12 de la Panamericana Sur y que debería ser utilizado por vehículos urbanos.
Esto genera que los paraderos se encuentren abarrotados de personas con maletas o bultos grandes que terminan por obstaculizar el libre tránsito. A esto se suma la presencia de ambulantes que invaden las inmediaciones.
Si bien en esta parte de la capital existe presencia de agentes policiales, parece que es insuficiente para frenar la informalidad y el poco o nulo respeto a las normas. Pero ello no queda ahí, pues algunos pasajeros, a pesar de saber que está prohibido que buses interprovinciales se estaciones allí, siguen acudiendo al lugar, lo que causa que el problema no sea erradicado.
En tanto, varios residentes de esta zona de Surco no dudaron en mostrar su fastidio por este asunto. Al respecto Luis Quispe Candia, presidente de la ONG Luz Ámbar, señaló que las autoridades deben construir terminales a las afueras de Lima, es decir, al norte, sur y este, para tratar de solucionar el mencionado tema.
