Decenas de trabajadores del complejo metalúrgico de La Oroya (CMLO) llegaron hasta Miraflores para apoyar en la protesta a sus dirigentes de la Junta de Acreedores de Doe Run Perú tras incumplimiento de un plan ambiental y deudas millonarias en la gestión política.
Después de 9 años de conflicto y con 67.92% de los votos de la Junta de Acreedores se consiguió que se postule a un nuevo administrador concursal que gestione los activos de la empresa minera.
Además la Junta de Acreedores decidió la venta por separado del complejo metalúrgico de La Oroya y la mina Cobriza en una nueva ronda de remates que tendría lugar a fines del presente año.