Un irreparable daño ambiental se produce a cada segundo en la Playa Arica. Y lo peor de todo es que nadie hace algo para frenarlo. Es imposible calcular la cantidad de aguas servidas que terminan en el mar, dañando a personas y a seres vivos que terminan teniendo contacto directo con esta putrefacción.
Los efectos de la imparable contaminación se reflejan en la salud de los vecinos del asentamiento Nuevo Lurín, quienes conviven con esta realidad.
Frente a este caso, la respuesta de Sedapal no es nada alentadora, pues alegan que las aguas servidas no se pueden tratar por un problema judicial con la Asociación Agropecuaria Sumac Pacha que, según dijeron, les ha quitado el terreno de la planta de tratamiento.
Mientras solucionan el trámite legal y la disputa con Sumac Pacha, el peligro va en aumento. El subcampeón nacional de surf, Gabriel Villarán, se ha pronunciado a través de las redes sociales.
“No tiene palabras lo que Sedapal está haciendo con nuestro mar y nuestras playas, acaso no se dan cuenta que sus propias familias pueden estar afectadas. Ministerio del Ambiente necesitamos su apoyo”, escribió el deportista.
Frente a este hecho, la Autoridad Nacional del Agua ha abierto un proceso sancionador por infringir la ley de recursos hídricos. Pero, ¿quién logrará parar con esta contaminación al mar?