Durante casi medio año vivieron la pesadilla de recibir a mes a mes astronómicas tarifas en sus recibos. Luego que los vecinos denunciaran cobros exorbitantes por el consumo de agua, que en muchos casos superan los 1000 soles, trabajadores de Sedapal llegaron hasta el asentamiento humano Clorinda Málaga de Prado, en Comas, para realizar una inspección.
El jefe de servicio comercial de Sedapal, dijo que la elevada tarifa se debe a que existirían fugas de agua en los inodoros y las cañerías de las viviendas. Jorge Ramírez negó que los medidores de agua, que fueron instalados por primera vez en el mes de enero, se encuentren malogrados.
Dijo que los vecinos no están acostumbrados al uso de medidores, ya que antes pagaban una tarifa plana de 50 soles. Los vecinos negaron la existencia de fugas en sus viviendas.
El funcionario de Sedapal se comprometió en bloquear las elevadas deudas de los vecinos y reducirlas a 50 soles, con la condición que reparen los daños que estarían ocasionando las fugas.