La presencia de escualos cerca de las playas de la capital puso en alerta a varios bañistas, quienes pensaban que se trataba de tiburones. Ante estas extrañas apariciones el representante de IMARPE, Miguel Romero, aseguró que las probabilidades de ser atacados son mínimas.
A causa del Fenómeno del Niño, no sería extraño encontrarse con especies que abundan en el norte como el Mero o como los Toyos, que por su tamaño podrían alarmar a la gente.