Quedaron atrás los días en que los vecinos de Ate Vitarte y Huachipa cruzaban el puente San Roque trepando por las barandas, exponiéndose a caer al río. Hoy, para evitar estas temerarias acciones, entró en funcionamiento el nuevo puente Bailey para uso peatonal. Sin embargo, los pobladores ahora afrontan un nuevo peligro: el de la delincuencia en el lugar.
Huachipa: Puente Bailey entró en funcionamiento, pero falta seguridad
La zona cuenta con poca iluminación y los vecinos están expuestos a robos y asaltos.