El economista Mario Monti asumió el cargo de primer ministro de Italia y presentó su equipo de gobierno, formado por tecnócratas, en el que se reservó la delicada cartera de Economía, para calmar el acoso de los mercados y recuperar la confianza de Europa.
Monti remplaza al "Cavaliere" Silvio Berlusconi, al término de una transición relámpago que busca tranquilizar a los mercados.
El primer ministro y los 16 nuevos miembros del Ejecutivo, entre ellos cinco mujeres, juraron su cargo y se reunieron sucesivamente en un Consejo de Ministros.
Ahora el Parlamento tendrá que ratificarlo el jueves como jefe del gobierno, tal como se prevé en una República parlamentaria.
El equipo de Monti, todos tecnócratas, contará además con un "superministerio" de Desarrollo Económico, Infraesctructuras y Transporte, a cargo de Corrado Passera, dirigente del segundo mayor banco de Italia, Intesa Sanpaolo.
"La fusión de esos ministerios permitirá una mayor coordinación del crecimiento económico", explicó Monti a la prensa.
"Pero el problema no es si son unos buenos expertos, sino si van a contar con el apoyo del Parlamento", advirtió Gianluca Spina, presidente del MIP, de la Universidad Politécnica de Milán.
Los italianos se preparan para superar tiempos difíciles, y el nuevo jefe de gobierno adelantó que las principales fuerzas políticas, sindicatos, industriales, jóvenes y mujeres "tenían plena conciencia de la actual situación de emergencia".
El nuevo jefe de gobierno destacó que todos los sectores de la sociedad consultados han aceptado la idea de realizar "sacrificios" para intentar sacar a Italia de la crisis, que no da tregua a la península.