Tres estudiantes vietnamitas han diseñado un casco destinado para los trabajadores de la salud y el cual no solo es una barrera protectora ante la COVID-19, sino que también permite comer y rascar a quien lo use sin temor a contagiarse.
El producto denominado “Vihelm” también cuenta con una conexión a un respirador purificador de aire para eliminar el aire contaminado.
Dicho casco tiene un costo de producción menos a los 300 dólares (1,063 soles aproximadamente) y además cuenta con bolsillos alrededor de la cabeza que permiten a los usuarios rascarse la cara.