Las autoridades de la ciudad china de Wuhan, considerada como el lugar donde surgió la COVID-19, decidieron reabrir más de 2 mil 800 escuelas, donde ya no es obligatorio el uso de mascarillas para los alumnos.
De esta manera cerca de 1 millón de estudiantes regresaron a clases presenciales, bajo estrictas medidas de bioseguridad implementadas en sus centros de estudios.
Por ejemplo ahora existen equipos de desinfección, se toma la temperatura al ingreso y evitan reuniones masivas en los recreos.
Mientras tanto, en Hong Kong, se puso en marcha una campaña masiva de pruebas, a fin de detectar casos asintomáticos.