Desde el martes la población de Nueva Zelanda regresó a la normalidad, tras quedar libre del nuevo coronavirus. Mientras algunos lo celebraron bailando, otros recibieran esta fecha con bastante algarabía.
El transporte público se reanudó a su máxima capacidad, los gimnasios se llenaron de clientes y tanto bares como restaurantes también volvieron a abrir sus puertas. Asimismo está permitida la realización de eventos públicos y privados.
Sin embargo, los controles fronterizos seguirán en pie. Cabe mencionar que nación oceánica pasó a nivel de alerta 1, luego de reportar durante 18 días consecutivos cero casos nuevos de COVID-19.