El régimen chavista vinculó al Perú del presunto ataque contra una unidad militar en el estado de Bolivar, en el cual hubo un muerto.
Según el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, Colombia entrenó al grupo armado en nuestro país, se planificó la logística y Brasil facilitó la entrada por la frontera.
La sublevación bautizada por el chavismo como ‘Navidad Sangrienta’, tenía como objetivo, de acuerdo a Rodríguez, provocar una guerra con Estados Unidos. Además, señaló que a la cabeza estuvieron el presidente interino, Juan Guaidó, el opositor Leopoldo López y el diputado opositor preso Gilber Caro.
El canciller peruano Gustavo Meza-Cuadra y los gobiernos de Brasil y Colombia han rechazado las acusaciones, argumentando que lo que quiere el régimen chavista es desviar la atención de la grave crisis que afecta a su nación.