En Rusia, el cambio climático y la falta de hielo están haciendo que las visitas de osos polares a zonas remotas del Ártico ruso comiencen a convertirse en habituales. Unos 60 osos polares, la mayoría famélicos, mantienen en jaque la localidad de Ryrkaypiy, en la remota región rusa de Chukotka, donde estos animales han quedado atrapados porque la falta de hielo marino de suficiente espesor les impide marchar aún más al norte a sus territorios tradicionales de caza de focas.
Las autoridades locales han suspendido las actividades al aire libre para los 500 habitantes del pueblo, muchos de los cuales han optado por darles de comer los cadáveres de morsas que periódicamente mueren en la zona tras quedar varadas en tierra, también por falta de hielo.
Cabe señalar que los depósitos de basura también pueden ser una razón por la que los osos polares, una especie en peligro de extinción, se acerquen a los asentamientos humanos.
