Miles de trabajadores, estudiantes y jubilados se manifestaron esta mañana en diversas ciudades del país, que prácticamente quedaron paralizadas ya que atendieron los trenes, aviones, escuelas y hospitales, contra el proyecto del gobierno galo de una reforma de pensiones.
Para el presidente Emmanuel Macron, la reforma de la ley de jubilación es clave en su plan para transformar Francia y hacerlo un país competitivo a nivel mundial en el siglo XXI.
Los sindicatos dicen que la huelga general es indefinida y esperan que más personas y organizaciones se suman a la medida en los próximos días, y así forzar al gobierno a hacer concesiones o modificaciones a su proyecto de pensiones.
Los empleados estatales temen que la reforma de Macron los obligue a trabajar más años y reduzca sus pensiones. Consideran que esta lucha es básica para salvar la seguridad social francesa.
