En los Estados Unidos, científicos estiman que al menos 100 millones de aves mueren cada año en los cuando chocan con edificios, especialmente con rascacielos iluminados o cubiertos de cristales. Y, en un nuevo informe, los conservacionistas ahora tienen una mejor idea de qué ciudades estadounidenses son las más letales para las aves.
Chicago, con sus muchas superestructuras de vidrio que se clavan en lo que es el espacio aéreo más ocupado de ese país durante la migración de aves.
Cabe indicar que más de 5 millones de aves de al menos 250 especies diferentes vuelan por el centro de la ciudad de Windy cada otoño y primavera. Viajan dos veces al año, muchos miles de millas, yendo al norte en la primavera desde Centro y Sudamérica, a través de los Grandes Lagos hasta Canadá, y de regreso al sur en el otoño.