En la ciudad de Braunau am Inn, en el noroeste de Austria, la casa en la que nació Adolf Hitler se volverá una estación de policía, en un intento por evitar que se convierta en un sitio de peregrinación para los neonazis, según el gobierno austriaco.
La vivienda y el edificio donde está fue adquirido por la fuerza por el gobierno austriaco en 2017, desde ese entonces el futuro de la propiedad ha sido fuente de debate en Austria. En 2016, había planes para su demolición.
Para poder acoger la comisaría, el edificio debe ser reformado por completo, lo que exige un concurso de arquitectura a nivel de toda la Unión Europea.