Las fuerzas de seguridad boliviana no dudaron en lanzar gases lacrimógeneos contra cientos de cocaleros que marcharon para exigir la renuncia de la presidente interina Jeanine Áñez.
Añez, quien asumió la presidencia invocando la línea constitucional de sucesión luego de la renuncia de Morales y su vicepresidente, se ha enfrentado a olas de protestas lideradas por simpatizantes de Morales y algunos bolivianos que temen perder las ganancias logradas para la mayoría durante sus 14 años en le cargo.
En las tierras de cultivo de coca de Bolivia, la policía disparó gases lacrimógenos contra los partidarios de Evo Morales para evitar que ingresaran a la ciudad de Cochabamba para exigirle que volviera a terminar su mandato, que debía finalizar en enero.
Desde la renuncia de Morales, 20 personas han sido asesinadas, según la oficina del defensor del pueblo, que supervisa los conflictos en le país de 11 millones de personas.