Un menor que cayó a un pozo de 180 metros de profundidad y permaneció atrapado durante cuatro días, sin recibir agua o alimento, perdió la vida.
El hecho ocurrió cuando el pequeño de dos años jugaba solo en el campo, en la localidad india de Tiruchirappali (India) y desde aquella fecha los esfuerzos por sacarlo vivo no cesaron.
Aunque especialistas realizaron una excavación paralela para rescatarlo, el menor no resistió. Según información proporcionada por medios locales, los trabajos de rescate quedaron suspendidos tras confirmarse el deceso.