Pasará el resto de su vida en prisión. A cadena perpetua fue condenado el llamado “Enfermero de la muerte” de Alemania, por el asesinato de al menos 85 pacientes en dos hospitales en los que trabajó.
Niels Hogel, quien ya cumple cadena perpetua por dos homicidios, fue acusado de haber inyectado a los pacientes una dosis letal de diversos medicamentos entre el 2000 y 2005. Tras el fallo, lo que sigue es la investigación y el juicio contra los hospitales en Oldenburg y Delmenhorst.
Hogel inyectaba a los pacientes una sobredosis de fármacos para luego intentar reanimarlos y quedar como un héroe, hasta que fue descubierto por una compañera.
Sus víctimas, de entre 34 y 96 años eran elegidas al azar, sus cuerpos tuvieron que ser exhumados para realizar las investigaciones, y se cree incluso que son más de 300.
El enfermo de 42 años es considerado el mayor asesino en serie de la historia de Alemania desde la segunda guerra mundial.