Nuevamente el papa Francisco rompió el protocolo y esta vez lo hizo en su tercer día de estancia en Panamá con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud 2019.
El Sumo Pontífice no dudó en acercarse a una feligresa que lo esperaba con ansias para cantarle feliz cumpleaños.
Durante esta tercera fecha, además, el Santo Padre se dirigió muy temprano a un centro de detención juvenil, desde donde animó a los muchachos a salir de sus problemas.