Ocho estados, entre ellos Washington y Nueva York, presentaron una demanda para paralizar la fabricación legal de armas en 3D, pues aseguran que atenta contra la seguridad nacional, ya que estas armas son difíciles de detectar y estarán disponibles para cualquiera, sin importar edad, estado mental o antecedentes penales.
La inminente fabricación de armas en 3D es resultado de un acuerdo de la Administración de Donald Trump y una empresa de Texas que anunció la publicación en su web de los planos para fabricarlas.
Sin embargo, la controversia que ha generado esto ha provocado que el magnate quiera dar marcha atrás. “Estoy analizando la venta al público de armas de plástico en 3D. No parece tener mucho sentido”, aseveró.
De momento, más de mil personas han descargado las instrucciones para construir una AR15, el mismo modelo que se utilizó en la masacre en una escuela de Florida y que dejó a 17 muertos.
