Se registró un verdadero milagro en medio de la guerra. En Siria, pese a encontrarse enterrada casi por completo, rescatistas liberaron de los escombros a una bebé, sepultada en un edificio, víctima de los bombardeos en el país.
Lamentablemente este es uno de los casos excepcionales, puesto que según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, desde el 5 de febrero fallecieron más de 240 civiles en Siria, entre ellos 60 fueron menores de edad.
Frente a estos casos, el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que atacaría Siria solo si existieran pruebas del uso de armas químicas contra civiles en el país.