“He determinado que es tiempo de reconocer oficialmente a Jerusalén como capital de Israel” con estas declaraciones el presidente de Estados Unidos cumplió su promesa electoral y en consecuencia trasladará su embajada de Tel Aviv a la Ciudad Santa, territorio que tanto palestinos como israelitas reclaman como su capital.
Esta fue la primera vez que un país hace este reconocimiento. Israel, a través de su presidente, agradeció la medida y dijo que “es un paso importante para la paz”. Sin embargo la paz es algo que esta muy lejos de alcanzarse ya que tras la declaraciones de Trump, las protestas estallaron en ciudades como Gaza, Cisjordania y Estambul.
El periodista en Israel, Pablo Duer, afirmó que “esto va a generar una crisis diplomática severa, en primer lugar todo el bloque árabe que venía bastante dividido hasta esta altura (...)se ha unido para repudiar unánimemente esta decisión”.
Hoy Israel tiene el control total de Jerusalén, aunque los palestinos la reclaman como suya. La comunidad internacional no reconoce la soberanía de ninguno hasta que estos lleguen a un acuerdo de paz cuyo mediador principal era Estados Unidos.
Francia, Reino Unido, la ONU y el Papa Francisco condenaron la medida unilateral que puede generar una escalada de violencia.