Una huelga general convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), la mayor central obrera de Argentina, paralizó hoy el país; la medida busca, entre otros puntos, que el gobierno de Mauricio Macri cambie sus políticas económicas
Los gremios denuncian la caída del poder adquisitivo de la población a causa de la fuerte inflación, que en 2016 superó el 40%, y de una actividad económica que todavía no arranca, pese a las promesas de crecimiento del Gobierno.
Durante todo el día, la Policía intentó controlar, con gran violencia, los bloqueos de carreteras que comenzaron en todo el país desde la madrugada, aunque la tensión se vivió sobre todo en los accesos a la ciudad de Buenos Aires.
El éxito de la huelga radicó en la amplia adhesión que tuvo la medida de fuerza entre los trabajadores del transporte público, que provocó la paralización de todos los viajes de autobús y tren en las diferentes ciudades del país, y de metro en la capital argentina.
Además, todos los vuelos de los diferentes aeropuertos del país fueron cancelados o retrasados hasta mañana, en prevención de actos de violencia o sabotaje, según indicaron fuentes aeroportuarias.
La huelga general tuvo también fuerte respaldo en sectores claves como la educación, en gran parte de los colegios del país no se dictó clases, la sanidad, la industria o la banca.