Los fuertes vientos que azotan el norte de Europa obligaron a que un avión procedente de Edimburgo, con 59 personas a bordo, tuviera que realizar un aterrizaje forzoso en el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam.
El avión, quedó sobre un ala al romperse el tren de aterrizaje cuando tomaba tierra, a pesar de lo sucedido el piloto pudo lograr llegar a tierra sin personas heridas y todo quedó en un fuerte susto.
Las autoridades han abierto una investigación para determinar lo ocurrido o si el hecho se habría debido al fuerte clima.