Unos adolescentes jugaban alegres sobre una laguna helada en el Central Park de Nueva York. Llenos de emoción, quisieron inmortalizar el momento y se juntaron para tomar un selfie, pero el hielo se terminó rompiendo y cayeron al agua.
Tras varios minutos de pánico, transeúntes y vecinos fueron al rescate y comenzaron a sacarlos uno a uno, que por sus pesados abrigos mojados se les hacía casi imposible salir. Tras este incidente, las autoridades en Nueva York han prohibido a los visitantes jugar sobre lagunas congeladas para evitar tener este tipo de accidentes.