El multimillonario Eike Batista admitió haber pagado sobornos por un valor de más de 16 millones de dólares. La famosa coima fue girada a nombre del entonces gobernador de Río de Janeiro y hoy político preso, Sergio Cabral, para hacerse con contratos públicos.
Las investigaciones apuntan a que el monto se pagó a través de una cuenta en Panamá. Batista, de 60 años, habló durante más de dos horas ante los agentes de la Policía Federal en Río de Janeiro, ciudad que fue testigo de la estrepitosa caída de uno de los empresarios más conocidos de Brasil.
El magnate se encuentra detenido desde el lunes, cuando regresó a Brasil procedente de Nueva York, ciudad en la que se encontraba como prófugo desde el pasado jueves, cuando fue emitida su orden de arresto.