Un policía y un portero murieron al explotar un coche bomba en el frontis del Palacio de Justicia de Esmirna, en el oeste de Turquía. El número total de heridos no se ha concretado pero oscila entre siete y once, según medios internacionales.
Tras la explosión, la policía y los supuestos responsables del atentado protagonizaron un intercambio de disparos en el que murieron dos de los presuntos terroristas. La explosión del coche bomba se produjo delante de la puerta que usan jueces y fiscales para acceder al edificio.
Las autoridades turcas han atribuido al grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán el atentado. Esta acción se produce apenas cinco días después del ataque yihadista en un club nocturno en Estambul la noche de año nuevo.