Arleth Meza un día despertó y se dio cuenta que hablaba con un acento diferente. Siendo profesora tuvo que alejarse de las aulas por el cambio que presenta su voz. La docente pensó que su acento había cambiado porque tenía los músculos tensionados. Luego de varios meses y de visitar a los médicos la situación continua igual.
Los especialistas que la han tratado aseguran que podría haber sufrido alguna alteración debido al estrés. La mujer solo quiere recuperar su acento para continuar con su trabajo y con su vida normal en Colombia.