La batalla por el control de Alepo luce encaminada a su final. Las fuerzas leales al presidente Bashar Al Asad parecen contar con el impulso necesario y una gran ventaja frente a los rebeldes al régimen.
Los combates no han cesado en las últimas horas y el cruce de fuego se ha acentuado sobre todo cuando los grupos de oposición han puesto resistencia en el distrito de Bustan al-Qasr.
La dura situación que se vive en Alepo ha puesto en evidencia la brutalidad del conflicto sirio, así como la incapacidad de los actores externos occidentales y árabes para encontrar una solución.
Día a día, los rescates de sobrevivientes y el número de muertos se acrecienta. Solamente en los últimos 26 días más de 800 personas han muertos y más de 3 mil 500 han resultado heridas en el este de Alepo.
El presidente Bashar Al Asad ha dicho que ya falta poco para tomar el control de esta ciudad, aspecto que cambiaría el curso de la guerra civil en seis años. Sin embargo, ha enfatizado que el conflicto no se acabará hasta acabar con los llamados terroristas por el gobierno. Es decir, con los rebeldes que buscan derrocarlo.
