Zack de 35 años, fue internado de urgencia tras intoxicarse con un alimento en el 2013, y su estadía en un hospital de Florida, fue el puntapié inicial para bajar de peso.
Dejó el cigarrillo y las gaseosas durante su internamiento, y ya en su casa renunció a la comida chatarra y al azúcar, lo que le permitió comenzar a bajar de peso: 48 kilos en 100 días.
Un año más tarde, Moore se sometió a un bypass gástrico que le permitió bajar 100 kilos más hasta llegar a la muy saludable marca de 76 kilos, pasando por una operación para retirar el exceso de piel.