Las precipitaciones en el occidente de Virginia, Estados Unidos desbordaron ríos, derribaron árboles y postes eléctricos, provocando que miles de residentes estén aislados e incomunicados.
La guardia nacional estadounidense viene realizando rescates y ayudando a cientos de familias afectadas. Las escuelas, se han convertido en improvisados refugios.
El temporal cobró la vida de más de 26 personas y causó innumerables daños materiales. Tras esto, las autoridades declararon el estado de emergencia en 44 condados.
El presidente Barack Obama ordenó el envío de ayuda federal a Akanawha, Greenbrier y Nicholas, lo cual incluirá garantías para alojamiento temporal y reparación para hacerle frente a la situación caótica.