En Chile, los estudiantes de secundaria volvieron a salir a las calles para exigir que se acelere la implementación de la reforma educativa que busca establecer la gratuidad universal. A pesar de que la Intendencia Metropolitana local no autorizó la marcha, ellos no dudaron en recorrer las principales avenidas de Santiago.
Debido a que los jóvenes intentaron cortar el tránsito en la alameda, un contingente policial comenzó su intervención con carros lanza aguas. Entre los disturbios, las fuerzas especiales también detuvieron a 12 manifestantes.
Los reiterados intentos de los manifestantes por continuar con la movilización y ocupar las pistas, motivaron los enfrentamientos con la policía. También fue intervenido un menor de 15 años que portaba en su mochila ácido muriático, papel de aluminio y botellas plásticas.