Fuertes lluvias e inundaciones ha dejado a su paso una potente tormenta que azotó el sureste de Texas. El temporal, que se veía llegar desde el pasado jueves, fue captado por algunos residentes que observaban con preocupación cómo tomaba fuerza.
Fueron dos días de ardua labor para bomberos y personal de rescate que trataban de socorrer a quienes habían quedado atrapados en las pistas totalmente anegadas. Entre los daños ocasionados en la zona se evidencia un gran hoyo en la pista, así como rejas que delimitaban los parques.
Los fuertes vientos derribaron ramas y árboles enteros que destruyeron postes de luz y provocaron la obstrucción de carreteras de igual forma. Un auto quedó parcialmente sumergido en una calle a la espera de poder ser retirado.