Solo el fin de semana se reportaron 7 personas muertas debido a las inundaciones y un tornado que arrasó con gran parte de la ciudad agrícola de colores, dejando un promedio de 200 heridos. Varios pueblos quedaron bajo el agua, carreteras cortadas y diversas calles inundadas.
Más de 3 mil 600 personas se vieron obligadas a abandonar sus casas. Las autoridades, impulsaron la creación de una junta nacional de emergencias y reducción en riesgos y reiteraron el llamado a los pobladores para la previsión ante estos momentos de emergencia.
El presidente Tabaré Vásquez, llego a las zonas afectadas y decretó duelo nacional. El instituto uruguayo de meteorología advirtió que los fuertes vientos y precipitaciones continuarán en los próximos días.