Ginger Maxville, conductora de un autobús escolar se convirtió en una verdadera heroína en Mannford, Oklahoma.
Todo empezó cuando un niño de 5 años, que se había atragantado una moneda, empezó a toser y a hacer ademanes al no poder respirar.
Rápidamente la mujer se dirigió hacia él y comenzó a aplicar técnicas de primeros auxilios, hasta que finalmente escupió la moneda.