Policías en Los Ángeles unieron esfuerzos para hacer realidad el sueño de una madre con cáncer terminal, celebrar los quince años de su hija.
Fue un evento comunitario donde los agentes no solamente se convirtieron en los ángeles de la guarda, sino también en chambelanes y padrinos de honor.
Los mariachis eran amigos de los uniformados y tanto el vestido, el salón y la comida fueron donados. Todos aportaron para la celebración de la menor con habilidades especiales.