Un bebé palestino fue quemado vivo en Cisjordania. El ataque fue atribuido a extremistas colonos generando nuevos enfrentamientos. Este acto ha merecido la condena rápida y tajante del gobierno de Benjamín Netanyahu.
Para las autoridades palestinas las palabras no son suficientes y han anunciado que llevarán este caso ante la Corte Penal Internacional.