La hora de comer para algunas madres es una verdadera batalla con sus pequeños, y es que para muchos niños el momento de alimentarse no es su hora favorita, sin embargo para algunos sí es un verdadero placer.
Como este bebé al que no le importa que el sueño lo quiera vencer. El pequeño toma una y otra vez con sus manitos cada tallarín sin importar que su cuerpo se ensucie con la salsa.
Para muchos padres el ver a sus hijos comer es un gozo, ya que los alimentos ayudan a tener un sano crecimiento, siempre en cuando no sea en exceso.