Toda niña sueña con tener una hermana, una compañera para jugar, conversar y contarle sus secretos. Pero jamás imaginan que al juntarse puede ocurrir cosas inesperadas y convertir un momento de alegría en un verdadero dolor de cabeza.
En el siguiente video, observe como una pequeñita quería aprender a jugar beisbol pero su falta de práctica le hizo dar al blanco equivocado: la cabeza de su hermanita menor.
Dolorosas o divertidas experiencias que muchas veces sus hermanos hombres son testigos o protagonistas al estar junto a ellas.