Sabía usted que cuando estamos enamorados, nuestro organismo libera una sustancia llamada dopamina. Esta dosis nos hace atrevernos a hacer lo imposible sin importar el género. Además estimula la euforia, motivación y manías.
Los enamorados pierden los prejuicios y la capacidad de crítica sobre sus parejas. Motivando toda emoción, envolviéndonos en un estado de demencia.
Como el enamoramiento, el aumento de la dopamina actúa de inmediato en nuestro cuerpo provocando cambios drásticos como respiración dificultosa, taquicardia, disminución del apetito, pensamientos obsesivos, cambios de ánimo, insomnio, llanto, violencia.
“Las mismas áreas del cerebro que se iluminan con la cocaína se activaron con el amor”, explicó Helen Fisher, una bióloga estadounidense.