Han pasado 24 años de la exitosa operación “Victoria” en la que se logró la captura Abimael Guzmán Reynoso, cabecilla del grupo terrorista Sendero Luminoso, que acabó con la vida de más de 60 mil personas. La noche del 12 de septiembre de 1992, fecha histórica para el Perú, la policía logró capturar al llamado Camarada Gonzalo, quien fue escondido en una casa de la urbanización Los Sauces en Surquillo.
Antonio Ketin Vidal, entonces jefe de la Dircote, encabezó la operación considerada una de las más exitosas en nuestro país, en la que durante dos meses agentes encubiertos estuvieron vigilantes durante las 24 horas del día en lugares estratégicos y camuflados entre los vecinos, haciéndose pasar por basureros, locos y hasta como enamorados.
La casa donde se registraban ingresos y salidas, reuniones y charlas prolongadas de jóvenes que cayeron en la ideología del senderismo era vigilada por la policía que, sin descanso, tenía un objetivo claro: ingresar a la casa donde el responsable de miles de muertes de inocentes permanecía oculto, cual cobarde moviendo sus tentáculos para seguir sembrando terror. Aquella vez, el periodista Justo Linares, sub director del noticiero 90 Segundos, tuvo la gran responsabilidad de anunciar lo que la policía aún ocultaba.
Han pasado 24 años de aquel día, pero la cruda y triste realidad es que las nuevas generaciones poco o nada saben del horror que quedó grabada en la memoria de millones de peruanos, con imágenes de inocentes cuya sangre fue derramada por la organización criminal más feroz de la historia del Perú llamada Sendero Luminoso.