Los socorristas luchan contrarreloj por rescatar a las personas afectadas por las inundaciones que provocaron unas lluvias excepcionales en el oeste de Japón, y que dejaron 57 muertos, según un balance oficial provisional.
La cadena pública NHK dio un balance aún mayor, de 68 muertos y 56 desaparecidos. Un centenar de habitantes de las regiones más afectadas resultaron heridos, según informó la Agencia de Gestión de Incendios y Catástrofes Naturales.
Mutsunari Imawaka, un portavoz de la oficina de gestión de catástrofes de la prefectura de Okayama, explicó a la AFP que la situación era muy difícil de evaluar. "La catástrofe es enorme y trabajamos duro para salvar el mayor número de vidas posible".
Las lluvias causaron crecidas excepcionales, deslizamientos de tierra e inundaciones, dejando atrapados a cientos de habitantes. Las fábricas (Panasonic, Mitsubishi Motors, Mazda) se vieron obligadas a detener sus cadenas de producción.