En Turquía un gato se convirtió en un particular cliente de una carnicería en Estambul y fue captado en video mientras esperaba ser atendido como cualquier otro comprador. En el video se ve cómo el felino apoya las patas delanteras en el mostrador y observa la carne del interior y el asombrado vendedor juega a ofrecerle diferentes productos y el gato responde con maullidos como indicándole cual es el producto que desea llevar consigo.
Al final el carnicero le corta un trozo de carne y se lo lanza al otro lado del mostrador y el felino resobe con mucho gusto.
Cabe señalar que los gatos son muy apreciados en Turquía e incluso constituyen uno de los símbolos de Estambul.